Es tan interesante la vida que su sola definición, según la Real Academia Española, amerita una mirada pausada. Existe una veintena de definiciones para esta palabra, cada una realmente profunda y filosófica. Solo haremos un vuelo rápido por las que más nos impactaron.
“Es la fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que la posee”. Primera tesis para explicar qué es la vida.
“Estado de actividad de los seres orgánicos”.
“Unión del alma y el cuerpo”.
“Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o vegetal hasta su muerte”, algo similar dice Aristoteles en su libro Acerca del Alma.
“Duración de las cosas”.
“Ser humano”.
“Estado del alma después de la muerte”.
Para algunas culturas, entre ellas la del antiguo Egipto, cada noche morimos al dormir y nacemos o revivimos, al amanecer, cuando despertamos. Pensamiento no muy alejado de lo que profesan algunos motivadores modernos: cada día es una oportunidad de comenzar, de reinventarse, de dar lo mejor y otros lemas por el estilo.
Es evidente que la Tierra es un planeta vivo, aunque sea un misterio inexplicable aún de cómo se logró vida a partir de la no vida. Interrogante que nadie espera que se resuelva pronto.
Científicamente, se ha dicho que probablemente los organismos capaces de mantener la vida en nuestro planeta sean los llamados microbios extremófilos, porque son capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas que ofrece la Tierra y/o colonizar cualquier entorno hostil de otros planetas y lunas.
Y si hay vida o no en el espacio ultraterrestre es otra intriga que ha mantenido al hombre en ascuas desde el inicio de nuestra propia existencia. Si tomamos como ciertas las declaraciones de la Nasa en las que ha reportado que en las naves espaciales se han descubierto bacterias, entonces… ¿Habremos introducido accidentalmente bacterias de la Tierra a la Luna y Marte? ¿Y si esas bacterias fueron del tipo extremófilos?
Aunque, ya antes algunos han especulado con algunas teorías extraterrestres, donde, seres de inteligencia y poderes superiores a los de los humanos, nos han visitado con cierta periodicidad…
Pero volvamos a este terruño terrícola de la mano de Miguel Ángel, el pintor italiano que desde 1508, nos deleita constantemente con su obra La Creación. Este reconocido artista se dejó de tonterías y en dos brochazos (sarcasmo), nos muestra que la vida es dada por un ser supremo que es Dios, quien se muestra serio, como si estuviera trabajando duro para hacer su creación. Adan, por su parte, se le ve perezoso y relajado, y cobra vida con un simple toque del dedo de El Sempiterno.
Por su parte, las ciencias experimentales han demostrado, que la vida de un ser humano comienza tras la fecundación, así como la de todos los animales mamíferos. Y, a diferencia de las plantas, los animales (incluidos los seres humanos) tenemos pocos cambios mientras estamos vivos, desde nuestro nacimiento hasta la muerte.
Las plantas, siempre nos muestran que están vivas, siempre están cambiando. Se le caen las hojas en el otoño y nacen nuevamente en la primavera. Producen flores y frutos periódicamente. Constantemente le nacen extremidades. Sabemos que una planta está viva por esos cambios permanentes. Los seres humanos, en cambio, estamos programados para cuatro extremidades, por ejemplo, sin esperanza a que si en algún momento llegaramos a perder alguna, nos va a nacer otra en reposición de aquella. No, eso no nos ocurre, todavía.
A la vida tambien se le han puesto colores, dependiendo de las adversidades que tengamos que enfrentar. Si es placentera, solemos decir “vida color de rosa”, pero si por el contrario es una agonia por la razón que sea o aburrida, sin metas ni asombros, entonces la vida es gris.
Para algunas creencias religiosas existe vida después de la vida. Y esa vida será mejor o peor a la vivida si en esta existencia hicimos el bien o no.
También, podemos estar vivos y sin embargo, tener partes de nuestro cuerpo sin vida, es decir, que podemos estar medio vivos o medio muertos, tener una vida color de rosa o gris, depende de cómo veamos… la vida.
Y, como decía Celia Cruz, “todo aquel que piensa que la vida siempre es cruel, tiene que saber que no es así, que tan solo hay momentos malos y todo pasa” (La Vida Es Un Carnaval, canción).