Perdón, perdonar y otras indulgencias

¿Qué es el perdón? Pregunta fácil si tenemos claro desde cuál contexto vamos a responder, si desde el ámbito jurídico, del político o religioso. Pero se nos complica si lo delimitamos a la esfera moral. Empecemos por su definición.

Perdonar, según su etimología significa “dar completamente, olvidar una falta, librar una deuda…”
La Real Academia de la lengua Española define el perdón como la acción de perdonar, remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente (Remisión: alzar la pena, eximir o liberar de una obligación). Para los católicos, perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta. Acá, se puede perdonar sin que el ofensor pida perdón. Es un acto de amor y de humildad. Es rasgarse el corazón y no las vestiduras. Y de la misma medida en que perdonemos a nuestros semejantes nos serán perdonados nuestros pecados. También, desde este plano religioso, el perdón es infinito (debemos perdonar setenta veces siete).

¿Supone el perdón la superación de la herida infligida? ¿Se pueden perdonar los crímenes contra la humanidad? Hay quienes consideran que los crímenes contra la humanidad son imprescriptibles y por lo tanto imperdonables. Otros opinan que estas son dos cosas que pertenecen a ámbitos distintos.

En este sentido, para los judíos, el elemento más importante en el tema del perdón, es que una persona que hiere a otra debe pedir perdón a su víctima, y solo su víctima puede perdonarlo. Por eso nunca se puede perdonar a un asesino, ya que los únicos que pueden hacerlo están muertos. Pero ¿qué piensa usted al respecto? ¿cree que todas las faltas son perdonables?

Para la psicología, perdonar consiste en un cambio de conductas destructivas voluntarias dirigidas contra el que ha hecho el daño, por otras constructivas.

Buda dijo que perdonar es la capacidad de dejar de identificarse con sentimientos de hostilidad de resentimiento hacia otros.

El perdón es para la filosofía, ante todo, un problema moral, más que político o jurídico. No es unívoco ni universal, más bien es un acto personal. En este sentido, el perdón puede proceder de 1) un acto de amor completamente desinteresado, en el que la víctima en un acto de desprendimiento y de humildad dona el perdón sin esperar nada a cambio y 2) del diálogo que se establece entre víctima y verdugo, donde el segundo reconoce la falta y, en consecuencia, establece comunicación con la víctima. No obstante, y dado los límites humanos, el reconocimiento de la falta no implica, necesariamente, el acontecimiento del perdón.

Consideran los filósofos que el perdón divino queda como una competencia exclusiva de los dioses, mientras que el perdón entre los hombres es asunto solamente nuestro.

Para algunos el perdón conlleva una restauración del ser humano. Perdonar es reconciliarse con la esencia humana.

Otras palabras con las que también nos referimos al perdón son la indulgencia, amnistía, clemencia, remisión, absolución, gracia, indulto, condonación.

Algunas frases y pensamientos relacionados con el perdón que han quedado calados en la sabiduría cotidiana:

“Perdona siempre a tu enemigo, no hay nada que lo enfurezca más” (Oscar Wilde).

“Perdonando demasiado al que yerra se comete injusticia con el que no yerra” (Baldasssare Castiglione).

“Enseñemos a perdonar pero enseñemos también a no ofender” (José Ingenieros).