Según un viejo resabio atribuido a N. Bonaparte, entre otros ilustres, “El que desconoce su historia está condenado a repetirla”. Y quién puede discutir esto, realmente la Historia es la Madre del desarrollo de la Humanidad. Historia, Madre y Humanidad, todas palabras femeninas. Y Desarrollo, palabra masculina. Hoy vamos a hablar de la Historia y qué mejor manera de hacerlo que desde la mirada de una mujer. Y no porqueyo lo sea sino porque la simple palabra Historia denota feminidad, así como las palabras Vida, Paz, Armonía, Bondad, Sabiduría y también las palabras Muerte, Ira, Fuerza, Venganza, Nada.
Cuántas veces hemos escuchado que las mujeres y los hombres somos distintos (por naturaleza lo somos, por supuesto) para hacer tal o cual actividad u oficio. También respondemos diferente a los hombres en situaciones similares lo cual nos ha unido y alejado en muchos casos. Pero hoy prefiero hablar de aquello que nos ha unido, de esos puntos donde hemos convergido de tal manera que hemos dejado una huella importante en la historia de la humanidad.
En la época antigua las diferencias entre las mujeres y los hombres era casi inexisten. Por ejemplo, varias pinturas chinas del siglo XII muestran a cuatro mujeres que dan patadas a un balón de colores, lo que demuestra que hace un milenio las mujeres jugaban fútbol. También hay registros que indican que este deporte gozó de gran popularidad entre las mujeres durante la Dinastía Tang (años 618 al 907). Y mucho antes, en el 2.500 a.C., se practicaba una variante en el mismo país asiático, en la cual podían participar mujeres. En el año 2.004 la FIFA concluyó que la cuna del fútbol era el país asiático. Como dato curioso el fútbol femenino fue luego mal visto por la sociedad y hasta fue prohibido durante siglos (prácticamente hasta 1.971). No fue sino hasta 1.894 que Nettie Honeyball, fundó el primer club femenino denominado British Ladies Football Club en 1.894.
Igual suerte han tenido otras mujeres que tuvieron que ocultar su sexo para poder desempeñar una disciplina. Tal es el caso del doctor James Barry, quien realmente era una mujer. Fue la primera médico británica que logró realizar una cesárea en la que salvó las vidas de la madre y el bebé. Su verdadero nombre era Margaret Bulkley (originaria de Irlanda) y vivió toda su vida como hombre hasta que en su lecho de muerte su criada descubrió que el doctor a quien le había servido durante años era realmente una mujer.
Tenemos una larga lista de mujeres que han cambiado el destino de la humanidad (“humanidad” qué palabra tan femenina, sí me gusta repetirlo). Así, Malala Yousafzai (persona más joven en ganar un Premio Nobel, 2.014), Amelia Earhart (primera mujer piloto en cruzar el océano Atlántico, 1.932), Rosa Parks (reconocida como la primera dama de los derechos civiles por el Congreso de los Estados Unidos), Valentina Tereshkova (primera mujer en viajar al espacio y única en hacerlo en solitario, a bordo del Vostok 6, en 1.963), Coco Chanel (Única diseñadora de moda que figura en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX de la revista TIME), Marie Curie(primera mujer en ganar un Premio Novel y primera mujer en convertirse en catedrática en la Universidad de Paris), Sarah Breedlove (conocida como C. J. Walker, es la primera mujer en convertirse en millonaria en los Estados Unidos, como fruto de su empresa), Charlotte Reinagle (primera mujer en obtener una medalla olímpica), Elizabeth Blackwell (primera mujer en titularse como médico después de haber sido rechazad de diez universidades por ser mujer), Ada Lovelace (creó lo que hoy sería un lenguaje informático de programación), Mary Douglas Leakey (paleontóloga británica que descubrió el primer cráneo fosilizado procónsul), Christine Jorgensen (primera persona con operación de reasignación de sexo exitosa), Lili Elbe (primera persona en someterse a una operación de cambio de sexo), Hedy Lamar (primera mujer en aparecer desnuda en la gran pantalla, considerada una de las mujeres más bellas de Hollywood, también fue una gran científica a quien se le debe la celebración del Día Internacional del Inventor), Tapputi-Belatekallim (primera mujer fabricante de perfumes en el año 1.200 a.C. aproximadamente. También fue matemática, astrónoma y filosofa griega), Benazir Bhutto (primera mujer en ser elegida Primer Ministro de un país musulmán, 1.988). Pero como tiene su final (palabra masculina tenía que ser), tenemos que dejar por ahora esta, nuestra pequeña historia.
¿Hay un dato curioso en toda esta verborrea? Sí, las mujeres hemos tenido que esforzarnos más para que reconozcan nuestros triunfos, pero la historia está allí y siempre, tarde o temprano, esos triunfos se convierten en los triunfos de todos.